¿Tolerancia o complicidad con la corrupción en Loreto?
Hay muchas investigaciones científicas y publicaciones sobre la semántica, metamorfosis y consecuencia de la corrupción en el Perú. Nuestra historia colonial y republicana ha sido gravemente agujereada por hábitos contrarios a la legalidad. La élite peruana colonial estuvo relacionada con la permisión del contrabando. El Perú Republicano se asfixió durante los gobiernos abruptamente corruptos como de Piérola y Leguía. Con Odría se inicia la modernización e institucionalización de la corrupción; cuya característica son las asechanzas sistemáticas de los protocolos de la administración pública y la participación encubridora de los grupos económicos. La continuidad del éste latrocinio método ha sido elevado por el primer gobierno de Alan García, mejorado por el gobierno de Fujimori y perfeccionado en el segundo gobierno aprista. Pues, los ‘vladivideos’ evidenciaron a los operadores de una prolongada corrupción y las infraestructuras grandilocuentes e inconclusas, del último gobierno, señalan las argucias y el tubo de escape de los bienes públicos.
Tal como sostienen algunos estudiosos, la corrupción, tiene origen de tipo cultural y social. Ambas hipótesis son válidas por su relacionamiento con la realidad. Las familias más conservadoras y ortodoxas del Perú sobrellevan la esencia de su legado aristocrático: de aquellos que se enriquecieron con los negocios del guano y salitre e inventaron la ‘falacia de la prosperidad’ de entonces. Es así, nunca se legitimó autoridad moral alguna para la construcción de valores en escuelas, institutos o universidades; mientras el pueblo vivía sumiso y desinformado.
Las instituciones sociales y familiares del Perú crearon conciencia material para hacerse evidente en el contexto mercantilista. Soló así podrían participar en los círculos sociales privilegiados y ocupar importantes sitiales. Además, la corrupción ha crecido vertiginosamente en relación progresiva con la publicidad. Este instrumento presentó las bondades de los países desarrollados; y despertó el hábito del consumismo y esnobismo. Enajenó las mentes y en la locura del espejismo derrocharon energías y recursos. Entonces, para no sucumbir en la decadencia tenían que apresurar distintas apropiaciones ilícitas.
Los políticos y personajes provenientes de familias con escasa herencia económica tuvieron que lidiar con la insatisfacción material durante largos años de preparación y búsqueda de oportunidad. Una vez logrado la confianza para administrar caudales públicos, primero, asesinan el presente y el futuro de la mayoría para hacer correr sus frustraciones por las vías del éxtasis y del despilfarro personal, familiar y de amigos.
¿Qué pasa en Loreto, nuestra tierra?
En Loreto, la corrupción, se ha hecho tan grande que envolvió el juicio y la capacidad de vigilancia de la población Loretana. Preocupante silencio impera en un pueblo patriota e incansable batallador ante el enemigo. El claro desgobierno de los alcaldes distritales, provinciales y del Gobierno Regional de Loreto es tan común que solo levanta murmullos callejeros de peatones, periodistas, jueces, fiscales, contralores, dirigentes sindicales y ciudadanos. Simplemente con el privilegio natural de la observación podemos identificar la incongruencia económica entre los ingresos de las instituciones públicas y la inversión social realizada; en este caso, es más tangible en la Gestión del Gobierno Regional de Loreto. Pues, tal como habíamos mencionado, el Gobierno Regional de Loreto, viene ejecutando un sistema de corrupción institucionalizada y sistemática que solo se puede corroborarse mediante una acción de control exhaustivo con peritos especializados. Mientras tanto, gobiernos locales como del Distrito del Putumayo no han implementado una sola inversión en bien de la población fronteriza; por mencionar algunos ejemplos.
Los referentes de corrupción de las altas esferas del gobierno nacional saliente sirvieron de fertilizante y la impunidad ayudó al crecimiento monstruoso de ilícitos en todo el país. Así como el involucramiento de las principales instituciones sociales y económicas a cambio de servicios prestados.
En este mismo orden de fraudes, latrocinios y desventuras contra sus empobrecidos afiliados se puede mencionar a las organizaciones indígenas amazónicas; cuyos liderazgos vinculados y deslumbrados por los círculos viciosos del urbanismo; perdieron los valores tradicionales mas elevados que necesitan los pueblos originarios para su autodeterminación.
Sin embargo, “el hombre es un péndulo entre la sonrisa y el llanto” – Byron –