Sesión de “El Sapo”: legado cultural Matsés.
En la mañana del último sábado del mes de enero de 2011, en la maloca de CURUINSI, se realizó, una vez más, la sesión de “El sapo” – legado cultural del pueblo Matsés – donde participaron estudiantes de OEPIAP y miembros de CURUINSI. Esta práctica ancestral, generacional y contemporánea se inicia con la captura de un ejemplar de la rana akate (phyllomedusa bicolor), la extracción de su veneno dorsal con un pedacito de palo, secado previo sin ser separado de su acopio inicial y, finalmente, se aplica el veneno sobre la piel previa rotura de flictenas cutáneas generados por una mínima quemadura circular al tamaño del objeto causante; para esto, los Matsés, queman el terminal o inicio de una pedacito de tamshi (thoracocarpus bissectus) y hacen contacto sobre la piel de niños, jóvenes y adultos. Esta práctica es dirigida por líderes espirituales conocedores de las proporciones suministrables a cada persona y, monitorean, los efectos medicinales.
“…Nosotros los Matsés hacemos estas prácticas del sapo akate desde la antigüedad. Actualmente continuamos haciéndolas para votar la pereza, expulsar las impurezas acumuladas en el estómago que son causales de enfermedades afines. Así, logramos un cuerpo sano y laborioso que permite la eficiencia en los quehaceres propios de nuestra cultura”; cuenta, muy entusiasta, el Sr. Víctor Nakug (líder espiritual). Continúa “…los niños, los jóvenes y los adultos tienen una medida diferenciada de suministro del veneno. Después de los efectos: mareos y vómitos que no excede el cuarto de hora; deberán bañarse inmediatamente solamente con agua. Luego, habrán de acogerse a una selectiva abstinencia (sexo y comidas pesadas)”.
La sustancia que segrega la rana akate contiene, según algunos estudios, deltorfina que actúa como emético y dermorfina que actúa como un fuerte analgésico. Cuyos principios activos fue patentado por un médico italiano en el año 1980. Hoy están siendo producidas por grandes farmacéuticas y el derecho de propiedad fue formalmente despojado a los Pueblos Indígenas. La bioprospección y biopiratería es una actividad que expolia los conocimientos ancestrales.
Es muy importante retomar el tema de la propiedad colectiva que atañe los conocimientos de los pueblos indígenas y evitar los vergonzosos registros extranjeros.
En la mañana del último sábado del mes de enero de 2011, en la maloca de CURUINSI, se realizó, una vez más, la sesión de “El sapo” – legado cultural del pueblo Matsés – donde participaron estudiantes de OEPIAP y miembros de CURUINSI. Esta práctica ancestral, generacional y contemporánea se inicia con la captura de un ejemplar de la rana akate (phyllomedusa bicolor), la extracción de su veneno dorsal con un pedacito de palo, secado previo sin ser separado de su acopio inicial y, finalmente, se aplica el veneno sobre la piel previa rotura de flictenas cutáneas generados por una mínima quemadura circular al tamaño del objeto causante; para esto, los Matsés, queman el terminal o inicio de una pedacito de tamshi (thoracocarpus bissectus) y hacen contacto sobre la piel de niños, jóvenes y adultos. Esta práctica es dirigida por líderes espirituales conocedores de las proporciones suministrables a cada persona y, monitorean, los efectos medicinales.
“…Nosotros los Matsés hacemos estas prácticas del sapo akate desde la antigüedad. Actualmente continuamos haciéndolas para votar la pereza, expulsar las impurezas acumuladas en el estómago que son causales de enfermedades afines. Así, logramos un cuerpo sano y laborioso que permite la eficiencia en los quehaceres propios de nuestra cultura”; cuenta, muy entusiasta, el Sr. Víctor Nakug (líder espiritual). Continúa “…los niños, los jóvenes y los adultos tienen una medida diferenciada de suministro del veneno. Después de los efectos: mareos y vómitos que no excede el cuarto de hora; deberán bañarse inmediatamente solamente con agua. Luego, habrán de acogerse a una selectiva abstinencia (sexo y comidas pesadas)”.
La sustancia que segrega la rana akate contiene, según algunos estudios, deltorfina que actúa como emético y dermorfina que actúa como un fuerte analgésico. Cuyos principios activos fue patentado por un médico italiano en el año 1980. Hoy están siendo producidas por grandes farmacéuticas y el derecho de propiedad fue formalmente despojado a los Pueblos Indígenas. La bioprospección y biopiratería es una actividad que expolia los conocimientos ancestrales.
Es muy importante retomar el tema de la propiedad colectiva que atañe los conocimientos de los pueblos indígenas y evitar los vergonzosos registros extranjeros.
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