Wednesday, March 04, 2009

‘Museo de la Memoria’, historia y pueblo.

“El rechazo de Alan García a la donación alemana para la construcción del Museo de la Memoria no solo es la muestra de malos modales, si no una actitud frívola y cínica para las víctimas del terrorismo”. Salomón Lerner; (ex presidente CVR)

“Es lamentable que al gobierno le falte la voluntad de promover y cuidar la memoria, para que el pasado no se repita”. Francisco Soberón; (activista de derechos humanos)

“Preservar la memoria servirá para que no se repitan nuestros errores y para que, finalmente, todos podamos descansar en paz, con la satisfacción del deber cumplido”. Beatriz Merino (Defensora del Pueblo)



Las mentes educadas, las víctimas de la violencia política y la mayoría de los peruanos refutan la actitud de Alan García - Presidente del Perú – ante el rechazo de la oferta económica alemana para la construcción del Museo de la Memoria. Cuya iniciativa tiene origen en la visita al Perú de la ministra alemana Heidemarie Wiesczore K-Zeul (marzo 2008); durante el cual vio una exposición fotográfica sobre la barbarie ocasionada por la violencia política de la década del 1980 – 2000. Asimismo, tuvo acceso a informaciones inherentes proporcionados por los medios de comunicación.
La existencia de ‘museo memoria’ representa el nivel de cultura, tolerancia, respecto y valores cívicos de una nación en relación con su historia y los tiempos venideros. Así se ha elevado ante el mundo el ‘Museo Memoria y Tolerancia” en la Plaza Juárez en México; dedicado a traer a la remembranza el Holocausto, genocidios étnicos y religiosos; como la limpieza étnica en Bosnia, Croacia y Kosovo; el genocidio perpetrado por el imperio Otomano contra el pueblo armenio entre 1915 y 1923, entre otros. También, se han erigido el ‘Museo del Holocausto Yad Vashen en Jerusalén; el ‘Museo estadounidense Conmemorativo del Holocausto en Washington’; el ‘Memorial de Holocausto’ en Berlín.
La construcción y mantenimiento del ‘Museo de la Memoria’ del Perú que decidió financiar el gobierno de Alemania subsana la necesidad histórica del pueblo peruano. En ningún momento se ha mencionado evocar el pasado sombrío del país desde una sola mirada; pues, la ‘ampliación de oferta’ y la inclusión de ‘todas las perspectivas’ en una ‘memoria nacional’ que reclama el presidente del Perú es la imposición del prejuicio, de su sobrecargada conciencia y del curso de una impune complicidad. Entonces, el Museo de la Memoria del Perú tiene le preeminente labor de replicar los valores de ‘Yuyanapq’, el espíritu aleccionador del ‘Ojo que Llora’, las muestras de la esclavitud del periodo colonial y complementarse con el acervo que da cuenta de la masacre de 60, 000 indígenas cometidos por el cauchero Julio C. Arana en la década de 1890 – 1910 en la zona del Putumayo – Loreto – Perú. Este acontecimiento luctuoso contiene información diseminada (fotografías, testimonios, literatura, vestigios) en la selva peruana - colombiana y no pudo inmortalizarse mediante un ícono majestuoso por la negación de la clase política y económica que hoy se ha hecho evidente.

Aun así, el Museo de la Memoria del Perú ya empezó a construirse en el alma del pueblo. Y no se detendrá hasta convertirse en un monumento de infinita trascendencia cuyas luces guiará a la nación hacia el progreso esperado. No obstante, la historia, los sagrados evangelios y el pueblo se encargarán de juzgar cada acometimiento contra la vida del prójimo.
Para dar el primer paso, es de inevitable cumplimiento la censura y desaprobación del pueblo a la respuesta trivial del gobierno peruano ante el gesto democrático, civilizado y progresista del gobierno de Alemania.

Así se irá consumando una época marcada por el odio y las mentes contenciosas legados de un grupo de poder político y económico; que hoy rompió su macabro silencio. Y los pueblos andinos y pueblos autóctonos de la amazonía podrán salir de los azotes del olvido. Podrán conjuntamente con la nueva generación interpretar los desafíos de la unidad y el desarrollo.

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