Saturday, October 05, 2019

Incierta alegría de bienestar.


Por: Jorge Pérez Rubio

Más allá de que fue constitucional o no la decisión del ejecutivo de disolver la composición del reciente congreso de la república, ha sido pertinente. Ha sido necesario impedir la secuencia de daños del nocivo cuerpo que se había enquistado dentro de la estructura política y de poder y que estuvo a punto de hacer metástasis. La mayoría de los peruanos elogia el hecho, celebra el acto de abatimiento y acaricia con entereza el imbatible monumento creado en la memoria colectiva. No obstante, reconocemos que la alegría de bienestar soñado es incierta.

Asentimos que no habrá cambios en la política económica basado hasta ahora en la extracción de recursos naturales de los territorios habitados por los pueblos indígenas y la consiguiente contaminación, deforestación, degradación del bosque y el atropello de los derechos colectivos y fundamentales. Estamos seguros que continuarán las concesiones forestales ilegales en territorio de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario de Loreto. La intención de pasar al olvido la remediación y atención integral e intercultural de las comunidades afectadas por la actividad petrolera no dejará de salir de la zozobra a miles de personas. Se hará cada vez más notoria la disminución de la importancia que el Estado da a la Educación Intercultural Bilingüe en todos los niveles. La construcción de carreteras sin ninguna rigurosa valoración económica, social y ambiental y el dragado de los frágiles ríos Amazonas, Marañón, Huallaga y Ucayali en más de una docena de “malos pasos” a través del Proyecto Hidrovía Amazónica, constituyen en los hechos lo que dijo, post disolución, el presidente Vizcarra: “el modelo económico no se tocará”.

La abundancia de comida de la crónica del Fray Gaspar de Carvajal provenía de los ríos que hoy está en los planes más controvertido y peligroso del Estado: el proyecto hidrovía amazónica. La realización del proyecto propiciará, sin duda alguna, la crónica de la miseria y del hambre. Miles de hombres y mujeres que tienen como legado las provisiones materiales y espirituales de los ríos están asustados y plantean un retroceso o replanteamiento del proyecto, en un momento donde el EIA-d no es más que papeles, vacío de respuestas frente a las preguntas sobre el dragado y las pesquerías y la posible distorsión del caudal de los grandes ríos en agravio de las comunidades ribereñas.

Recientemente el Ministerio del Ambiente dio pase al proyecto de Decreto Supremo que modifica el Reglamento de la Ley N° 27446, Ley del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental, aprobado por Decreto Supremo N° 019-2009-MINAM, que afecta derechos indígenas de consulta previa de los estudios ambientales, territorio ancestral y medio ambiente saludable. Estas formas legales recurrentes que buscan el debilitamiento de los estándares sociales y ambientales para consumar la destrucción de la amazonía están en marcha.  

Nuestros abuelos nos decían que debemos cuidar nuestro territorio por que bajo su protección y proveeduría tendríamos larga vida, paz y sabiduría. Durante miles de años venimos cumpliendo esta milenaria enseñanza. Cada vez cuidar el territorio es más difícil frente a la avalancha de amenazas. Aun así, nuestro compromiso con nosotros mismos y con el mundo es inflexible.